El que escribe prosa establece su fama en el
templo de la arena; el que escriba versos la construye e el templo de granito.
Este es un libro de buena fe, lector.
Una colección de bellas máximas es un tesoro
más estimable que las riquezas.
La pluma es la lengua de la mente.
La tinta del intelectual es más santa que la
sangre del mártir.
Un buen escritor muy pocas veces tiene buena
inspiración cuando habla de si mismo.
Emprendo a formar, con un libro enano un varón
gigante y con breve periódicos, inmortales hechos.
Nuestra letra sois vosotros, escrita en
nuestro corazones, sabidas y leídas de todos los hombre.
No hay libros morales ni inmortales. Los
libros están bien escritos o no lo están.
0 comentarios:
Publicar un comentario